Alimentación saludable para nutrirnos bien:
Cada etapa de la vida necesita determinados nutrientes
Fuente: Nutramed
Si bien muchas personas piensan que alimentación y nutrición son sinónimos, en la práctica no es así, porque la primera es la acción de los organismos vivos de ingerir cualquier tipo de alimento, sólido o líquido, para satisfacer sus necesidades biológicas; mientras que la nutrición es obtener y aprovechar aquellos componentes o nutrientes presentes en los alimentos y que son vitales para el crecimiento y/o la vida del organismo.
La nutrición se traduce en un proceso celular que ocurre en forma continua y está determinado por la interacción de factores genéticos y ambientales entre los que destacan la alimentación y factores de tipo físico (como el clima), biológicos, psicológicos y sociológicos. En ella juegan un papel preponderante los nutrientes, que son todas aquellas sustancias con energía química almacenada y que pueden ser utilizadas por el organismo como energía metabólica.
1.- Grasa: proporciona ácidos grasos esenciales y participa en el transporte de las vitaminas liposolubles, estando formada por tres tipos de ácidos grasos.
2.- Proteínas: son otro nutriente de gran importancia, necesario para formar, mantener y reparar órganos y tejidos. Aportan unas 4 calorías por gramo. En adultos se recomienda, por lo general, un gramo de proteína por kilo de peso al día. Además, contribuyen a aumentar el efecto sacietógeno de las comidas y, al metabolizarse, aumentan el efecto termogénico de los alimentos que las contienen.
3.- Hidratos de carbono: representan la principal fuente de energía para nuestro cuerpo y aportan 4 calorías por gramo. El hidrato de carbono más simple es el azúcar o sacarosa. También se encuentran abundantemente en el pan, cereales, pastas, frutas, papas, choclos y leguminosas.
4.- Vitaminas y minerales: nutrientes esenciales, dentro de los cuales se recomienda elegir alimentos que contengan calcio, hierro, potasio, magnesio, vitaminas A, C, E, ácido fólico y otras vitaminas del complejo B, especialmente importante en mujeres en edad fértil. El sodio, en cambio, es un mineral del que hay que cuidarse. La cantidad máxima de sodio permitida es de 2000 mg por día. Como ejemplo, un gramo de sal contiene 400 mg de sodio. Por eso, prefiera alimentos sin sal agregada o bajos en sodio.
5.- Agua:nutriente esencial para la vida que hace posible todas las reacciones químicas celulares, el transporte de otros nutrientes, así como de las sustancias de desecho a través de la sangre y orina. Asimismo, cumple una importante función estructural en nuestro organismo, destacando su papel en la composición de los músculos. También hace posible la regulación de nuestra temperatura corporal, y cumple una función lubricante en las articulaciones y mucosas del tracto digestivo y genitourinario.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existe evidencia suficiente para afirmar que un régimen alimentario inadecuado y la falta de actividad física son determinantes en el aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, y muchas otras que hoy constituyen las primeras causas de mortalidad en los países desarrollados y también en algunos, como Chile, en vías de desarrollo.
De hecho, si no se sigue una dieta saludable y tampoco se practica actividad física, entre otros elementos terapéuticos fundamentales del tratamiento no farmacológico de varias enfermedades crónicas no transmisibles, será difícil llegar a los valores recomendados en los lípidos en la sangre, la presión arterial, el peso corporal, la tolerancia a la glucosa, la resistencia a la insulina y otros cambios metabólicos.
Asimismo, lo más probable es que la persona sufra de sobrepeso u obesidad: un exceso de grasa corporal que, por lo general, se ve acompañada por un incremento del peso corporal. Es importante destacar que su causa es multifactorial: puede ser genética (hijos de padres obesos tienen 75% de probabilidades de serlo en la adultez), metabólica (por trastornos metabólicos y/u hormonales), ambiental (alimentación rica en grasas y escasa actividad física) y psicológica (trastornos del ánimo y ansiedad). Es fundamental que el estudio del paciente obeso lo realice un médico especialista en nutrición, al que se denomina nutriólogo.
La adolescencia es una etapa de la vida en la que ocurren diversos cambios físicos, biológicos, psíquicos y sociales que llevan a la transformación del joven en adulto, por lo que es muy importante orientar y reforzar sus buenos hábitos alimentarios en forma constante. Por ejemplo, en este periodo los aportes de alimentos ricos en calcio son fundamentales para evitar una osteoporosis futura.
La alimentación en el adulto hoy en día juega un papel muy importante para poder mantener una vida sana y óptima. En esta etapa de la vida se ha logrado obtener una madurez y desarrollo de las actividades, tanto profesionales como personales. Se requiere entonces estar en buena forma para disfrutar de todo aquello.
En la medida que envejecemos, debemos mantener óptimos aportes de proteínas para evitar la sarcopenia (pérdida de masa muscular frecuente en este periodo de la vida), a la vez que consumir menos calorías para evitar la obesidad.